Cómo y por qué despedirte de un suscriptor que se da de baja




¿Qué tendrán las despedidas que tanto nos cuestan? Y más si nos toca decir adiós a uno de esos suscriptores que tantísimo nos ha costado conseguir.





Quizás por eso la mayoría de marcas no se molestan en cuidar el mensaje que lee un usuario al decidir darse de baja: textos prediseñados, procesos tediosos, formatos no optimizados…




Un beso, una flor o lo que tú quieras, pero tienes que cuidar cómo te despides de tus suscriptores. Tuitea esto




Por qué se están yendo tus suscriptores





Para despedirte adecuadamente de tus ex-suscriptores, primero tienes que asumir que decirles adiós no es necesariamente un fracaso. De hecho, una reducción en nuestra base de datos puede ayudarnos a mejorar, optimizar y ahorrar. Ya hablamos de lo necesario que es deshacernos de los usuarios con los que no conseguimos resultados.





De todo se aprende, y una huída de suscriptores suele ser síntoma de que podemos mejorar en algo. En 2016 MarketingSherpa hizo un estudio entre los adultos estadounidenses sobre sus razones para desuscribirse de una newsletter, y los resultados no sorprenden: demasiados emails, poco relevantes, sin contenido más allá de la venta… La mayoría de esos factores dependen directamente de la marca, así que quizás es momento de revisar si tus emails verdaderamente aportan valor al usuario.





Por qué es necesaria una buena despedida





El email de bienvenida inicia la conversación con un nuevo contacto, y el email de agradecimiento genera un nuevo canal de comunicación con el mismo. Pero, ¿de qué nos sirve un buen mensaje de despedida?





Es posible que esa pantalla sea lo último que sepa el suscriptor de nosotros, así que tenemos la responsabilidad de causar una buena impresión final. Pero es que además tenemos una oportunidad única para intentar que se lo piense dos veces (sí, se puede hacer sin ser pesado, ahora verás cómo). Además, aunque finalmente decida irse, podemos aprender mucho del porqué de su decisión.





Cómo decir adiós





Aunque el mensaje de despedida sea probablemente el menos cuidado en muchas newsletters, hay empresas que hacen cosas muy chulas. Aquí tienes las claves para beneficiarte de una buena despedida, con ejemplos de marcas que nos gustan.





1. Cumple la ley





Aunque sea de cajón, es importante recordar nuestro deber de facilitar a los suscriptores un sistema sencillo y gratuito para darse de baja de nuestra newsletter. No solo por respeto y buen hacer, sino porque es una de las obligaciones legales recogidas en la LSSI, la ley que regula las comunicaciones electrónicas. Todo correo que enviemos ha de contar con un enlace visible para que el receptor se dé de baja.





2. Podéis hablar menos





La principal motivación de los suscriptores para darse de baja es una saturación de emails (tanto a nivel general como de esa marca concreta). Good news! Quizás es tu caso, por lo que no está todo perdido: proponle a tus usuarios que elijan cuántos mails quieren recibir y sobre qué.





Es el caso de Fab.com, que permite a sus usuarios elegir qué mails recibir qué día de la semana, sin restarle sencillez al proceso de desuscribirse totalmente.









3. Conectad en otros canales





O has tratado muy mal a tus suscriptores, o es raro que no quieran saber nada más de ti en ningún lado por los siglos de los siglos. El fin de vuestra comunicación vía mail no tiene por qué ser un punto final en vuestra relación. Sé inteligente y aprovecha ese mensaje final para proponerle nuevos puntos de contacto.





Además de saber contar historias que cambian el mundo, en Upworthy saben cuidar a sus suscriptores. Entienden que, aunque uno ya no quiera recibir su newsletter, quizás esté abierto a leerles en otros canales.









4. Pregunta por qué





Igual que decimos que todo comunica, también hay que tener en cuenta que de todo se aprende. Cada feedback que recibamos de nuestros usuarios es un potencial aprendizaje: bien nos servirá para respaldar las acciones que hacemos, o bien nos hará repensarnos un par de cosas. Un suscriptor que se da de baja de la newsletter es una oportunidad de aprendizaje estupenda. ¿Por qué no le preguntamos sus motivos para hacerlo?





La cadena británica Pizza Express lleva tiempo haciéndolo. Añadiendo solo un click más al proceso, recibe de sus clientes un feedback valiosísimo sobre sus razones para desuscribirse. Y es que ¿qué puede llevar a alguien a no querer más pizza?









5. No hagas un drama





Con lo bien que te viene deshacerte de un suscriptor al que ya no le aportas valor, y con lo mucho que puedes aprender de ello, deberías estar feliz de verles volar. Pero, aun si te entra el síndrome del nido vacío y no te lo tomas con humor, ¡no transmitas eso a quien se va!





Hace unos años, el mensaje de despedida era un ejemplo perfecto de tomarse la pérdida con humor: cada vez que alguien se daba de baja, le tiraban un vaso de agua al responsable del email marketing (o eso nos hacían pensar).





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